Viajar con perros y gatos es un desafío tanto para los tutores como para los mismos animales. En este artículo, compartimos las sugerencias de dos expertos para ayudar en la preparación de un viaje en avión junto a tu fiel compañero.

Nuevas oportunidades laborales, aspiraciones académicas y reunificaciones familiares son solo algunas de las razones por las que cada año miles de personas optan por mudarse a otro país. Al enfrentarse a esta decisión, surge la pregunta ¿qué pasa con los peludos de la casa? Afortunadamente, con la orientación adecuada, es posible que los perros y gatos emigren de manera segura y cómoda.

El primer paso, según el veterinario y examinador aeronáutico Gonzalo Bravo —quien lidera ARK, empresa de asesoría de viajes con mascotas— es averiguar los requisitos del país al que volarás. La mayoría de la gente que los contacta es para ir a España, Estados Unidos y Canadá. “Esos requisitos los sabemos de memoria, pero de repente me han llamado para lugares más exóticos, como Dubái, y ahí se complica un poco la cosa, porque tienen normas más duras. Por ejemplo, en Dubái hay restricciones climáticas: en verano no puedes viajar con ninguna mascota”, explica Gonzalo.

¿Cabina o bodega?

Otra tarea fundamental es indagar en las políticas de las aerolíneas. Algunas permiten mascotas pequeñas en la cabina, mientras que otras tienen restricciones de peso o solo aceptan animales en la bodega. Este tipo de detalles son cruciales para evitar problemas el día del viaje. “Puedes llegar al aeropuerto con los papeles listos, y la aerolínea no te deja subir al perro o al gato”, advierte Bravo.

Aunque la mayoría de las personas quieren ir junto a su mascota en la cabina, muchas veces no es la mejor opción. La médico veterinaria y magíster en Etología, Francisca García, sugiere “evaluar la posibilidad de llevar a la mascota en la bodega del avión, donde hay menos estímulos y está más oscuro, para reducir el estrés”.

Un requisito indispensable para salir de Chile es realizar un examen clínico que evalúe la salud de la mascota. Los resultados se presentan ante el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), quienes emiten un certificado zoosanitario necesario para viajar. Este documento varía según el destino, ya que cada país tiene sus propias regulaciones en cuanto a vacunas, microchips y otras indicaciones sanitarias.

Alistar a tu mascota para la gran aventura

Además de los trámites que deben realizan los tutores, es recomendable preparar a la mascota para el día del viaje. Francisca García sugiere familiarizarlos con la jaula de transporte que se utilizará durante el vuelo, idealmente, con mucha anticipación al día del viaje. “Durante las semanas previas, se pone el kennel en el living o en la pieza, y la idea es que esa empiece a ser su cama”, dice. Y agrega: “es fundamental que el perro o el gato lo perciba como un lugar agradable, una zona segura”. Por esa razón, la jaula nunca debe utilizarse como castigo, para evitar asociaciones negativas.

Para ayudar a la mascota a acostumbrarse al entorno del aeropuerto y al avión, García recomienda realizar simulaciones y exposiciones previas. Esto puede incluir visitas al aeropuerto o a lugares concurridos, como centros comerciales. “La idea es aclimatarlos a los ruidos y las multitudes que encontrará el día del viaje. Esto puede reducir significativamente el estrés el día del vuelo”, dice.

Para la especialista, la sedación de mascotas durante el vuelo no es sugerible. Sin embargo, para animales extremadamente nerviosos, algunos veterinarios pueden recomendar el uso de fármacos bajo estricta supervisión y pruebas previas.

Adaptación a un nuevo entorno

Una vez que hayan llegado a su país de destino, una buena idea es intentar mantener las mismas rutinas que se tenían en casa. “Si le dábamos comida a ciertas horas, se debe tratar de seguir ese mismo horario. También continuar las rutinas de paseo y de juego. Esto ayuda mucho a bajar el estrés de nosotros y de ellos”, explica Francisca García, quien también recomienda llevar su cama y objetos que le sean familiares.

Siguiendo los consejos de estos expertos, es posible que esta sea una experiencia grata para los tutores y sus mascotas. Para eso, es clave consultar con un veterinario especializado, y sobre todo, hacerlo con tiempo. “Uno de los errores más comunes es contactar a los servicios de transporte de mascotas con poca anticipación”, dice Gonzalo Bravo. “Lo ideal es comenzar los preparativos al menos dos meses antes del viaje. Esto incluye la obtención de todos los certificados necesarios, la compra de la jaula adecuada y la familiarización de la mascota con todos los aspectos de este proceso”.

¡Buen viaje!