¿La esterilización cambia la personalidad? ¿Provoca obesidad? ¿Es realmente necesaria? Descubre la verdad detrás de estos y otros mitos comunes sobre la esterilización en mascotas de la mano de expertos veterinarios que explican sus beneficios para la salud y el bienestar de tu peludo.
Por Josefina Hirane
La idea de someter a tu mascota, un miembro querido de la familia, a una cirugía puede generar resquemores. Es natural preguntarse si realmente es necesario, especialmente cuando parece estar saludable y feliz tal como es. Esta aprehensión ha dado pie a varios mitos en torno a la esterilización, que muchas veces se percibe como una intervención innecesaria. Sin embargo, la esterilización es mucho más que una medida de control poblacional: también es clave para prevenir problemas de salud a largo plazo, incluyendo enfermedades graves como el cáncer mamario y las infecciones uterinas. Con la ayuda de los veterinarios Francisca García y José Tomás Rogers, abordamos los mitos más comunes y descubrimos cómo esta práctica puede contribuir al bienestar de nuestras mascotas y a su convivencia con nosotros.
Mito 1: La esterilización cambia la personalidad de la mascota.
Realidad: La esterilización no altera la personalidad de los animales. Aunque puede reducir ciertos comportamientos hormonales, como la agresividad o el marcaje, las características propias de cada mascota, como ser juguetona o cariñosa, se mantienen. “La personalidad depende de factores como la genética, el entorno y las experiencias vividas”, aclara Francisca García, veterinaria, etóloga y panelista del Club de Perros y Gatos TV.
Mito 2: Las hembras necesitan tener al menos una camada para ser felices o saludables.
Realidad: “Es un mito muy común, pero no existe evidencia que demuestre que tener una camada aporte beneficios a la salud. Esterilizar tempranamente puede reducir riesgos de enfermedades como el cáncer mamario y la piometra”, explica Francisca. “Una buena socialización y ejercicio es lo que realmente contribuye a su bienestar.”
Mito 3: La esterilización causa obesidad.
Realidad: “La esterilización no provoca obesidad; lo que sucede es que los requerimientos nutricionales de la mascota disminuyen. Si no ajustamos su dieta o mantenemos el ejercicio, pueden ganar peso,” menciona José Tomás Rogers, veterinario y director de The Cool Cats y The Cool Dogs. “Es clave cuidar la rutina de ejercicio y la alimentación para evitar problemas de peso.”
Mito 4: Perderán su instinto de protección.
Realidad: “El instinto de protección no depende de las hormonas, sino del vínculo y el carácter. Un perro territorial, por ejemplo, lo es más por aprendizaje y experiencias que por sus hormonas”, comenta Francisca. José Tomás agrega que “aunque se reduzca la actividad sexual, no hay un cambio drástico en su capacidad de protección.”
Mito 5: Es una cirugía innecesaria y dolorosa.
Realidad: “Con protocolos adecuados de anestesia, la esterilización no provoca un dolor significativo. Además, existen técnicas mínimamente invasivas que aseguran una recuperación cómoda para el animal,” explica José Tomás.
Mito 6: Es un gasto innecesario y costoso.
Realidad: Existen programas de esterilización gratuitos o a bajo costo que promueven el bienestar animal y ayudan a controlar la sobrepoblación. La esterilización también puede prevenir futuros gastos en salud relacionados con enfermedades reproductivas.
En definitiva, esterilizar a nuestras mascotas es un acto de responsabilidad y amor que no solo mejora su calidad de vida, sino que también contribuye al bienestar de toda la comunidad. Al optar por esta medida, no solo cuidamos su salud y prevenimos enfermedades serias, sino que también ayudamos a frenar la sobrepoblación y a construir un entorno más seguro y saludable para todos los animales.