Las mascotas, al igual que las personas, requieren cuidados especiales a medida que envejecen. Una atención adecuada no solo mejora su calidad de vida, sino que también puede prolongar su tiempo junto a nosotros. La Dra. Daniela Pinto Tapia, especialista en atención médica de pacientes sénior y gerontes, comparte consejos y recomendaciones para entender mejor las necesidades de nuestros compañeros en su etapa geriátrica.
Por Josefina Hirane
A medida que nuestras mascotas envejecen, sus necesidades cambian, y con ello, también nuestra forma de cuidarlas. Un perro o gato mayor no solo requiere más cariño, sino también adaptaciones específicas en su hogar y una atención especial para garantizar que sus últimos años sean tan felices y saludables como los primeros. La Dra. Daniela Pinto Tapia, experta en perros y gatos sénior, nos revela cómo entender mejor estas necesidades y qué podemos hacer para mejorar su calidad de vida.
Problemas de salud más comunes
Las mascotas mayores son más propensas a desarrollar diversas condiciones de salud. Según la Dra. Pinto, “existen enfermedades que se dan con mucha frecuencia en los animales geriátricos, como los procesos degenerativos”. Uno de los problemas más comunes es la enfermedad degenerativa articular, que se caracteriza por el desgaste en las articulaciones, inflamación y dolor crónico, afectando la calidad de vida de nuestras mascotas. “Podemos observar signos muy sutiles, como que nuestro compañero evite subir escaleras o solicite ayuda para montarse a la cama o sofá como habitualmente lo hacía”, señala la Dra. Pinto.
Además, es fundamental estar atentos a otros síntomas, como pérdida de masa muscular, cambios en los hábitos alimentarios o de consumo de agua, y alteraciones en la micción o defecación. La detección temprana de enfermedades crónicas como la insuficiencia renal, problemas cardíacos, endocrinos y cáncer, es clave para proporcionar un tratamiento adecuado y oportuno. “Es fundamental realizar controles médicos regulares con su médico especialista para que realice una evaluación geriátrica integral con exámenes complementarios”, recomienda.
Adaptaciones en la casa
La comodidad y seguridad en el hogar son esenciales para mejorar la calidad de vida de las mascotas mayores. La Dra. Pinto señala que “es muy importante reconocer a nuestros viejos, es decir, conocerlos en esta nueva etapa y observar sus nuevas necesidades”. Algunas de las adaptaciones recomendadas incluyen la instalación de superficies antideslizantes, como pisos de tatami o alfombras adhesivas, para prevenir caídas. Además, las rampas pueden ser útiles para ayudar a las mascotas a mantener su autonomía.
Otra adaptación clave es proporcionar camas adecuadas, como las de espuma de alta densidad o camas ortopédicas, que ayudan a reducir la presión sobre las articulaciones. También es importante mantener un entorno predecible, con pocas variaciones en la disposición de los muebles, para evitar accidentes y generar un ambiente de seguridad.
Alzhéimer del perro sénior: síntomas a tener en cuenta
Una de las afecciones menos conocidas en mascotas mayores es el síndrome de disfunción cognitiva (SDC), también conocido como Alzhéimer del perro sénior. Esta condición neurodegenerativa provoca cambios en la morfología y funcionalidad del cerebro, lo que se traduce en síntomas como pérdida de memoria, desorientación, cambios en el ciclo sueño-vigilia, y alteraciones en la interacción social. “La pesquisa temprana mejorará sustancialmente la calidad de vida de nuestro paciente y su familia”, enfatiza la Dra. Pinto.
Para prevenir el deterioro cognitivo, se recomienda mantener una adecuada masa muscular y considerar el uso de nutracéuticos. Fomentar actividades que estimulen la mente, como juguetes interactivos o juegos suaves, también es fundamental.
Actividades para mantener activas a las mascotas mayores
Mantener a las mascotas mayores activas es fundamental, pero es importante elegir actividades que no comprometan su salud. “Se recomienda realizar ejercicios de bajo impacto, como caminatas suaves o juegos controlados que no involucren saltos bruscos ni movimientos que puedan causar lesiones”, sugiere la Dra. Pinto. La frecuencia y duración de estas actividades deben adaptarse al estado físico de cada mascota. Consultar con un veterinario especializado en fisiatría puede ser útil para diseñar un plan de ejercicios adecuado.
Mejoras en la calidad de vida
El cuidado de las mascotas mayores debe ser integral, abarcando aspectos físicos y emocionales. Según la Dra. Pinto, “es fundamental que el tutor intervenga en la higiene diaria”, cepillando su pelaje regularmente para detectar cambios en la piel y asegurando una adecuada salud dental. Ofrecerles un entorno tranquilo y estable, así como una cama cómoda, contribuye a reducir el estrés y mejorar su descanso.
En cuanto a la nutrición, es esencial adaptar la dieta a sus necesidades específicas para prevenir enfermedades relacionadas con la malnutrición. Además, el bienestar emocional es crucial: “Las mascotas mayores pueden volverse más ansiosas o dependientes, por lo que es importante mantener un ambiente tranquilo y predecible que les proporcione seguridad”. La compañía y el afecto familiar juegan un papel esencial en el bienestar general de las mascotas mayores.
En definitiva, las mascotas mayores requieren una atención especial y un enfoque integral para garantizar que disfruten de una vida plena y feliz en su etapa geriátrica. Al combinar cuidados adecuados de higiene, confort, nutrición y salud emocional, podemos asegurar que nuestros compañeros de vida estén cómodos, seguros y amados hasta el final de sus días.